¿DISTRACCIÓN Y ACEPTACIÓN? o ¿TRATAR DE CONTRAL Y FUSTIGARSE?

Intentamos alimentar nuestra motivación para cambiar con amenazas mentales, con cosas terribles que nos sucederán si no lo conseguimos. Esas amenazas provocan reacciones emocionales que son similares a las que intentábamos evitar, por lo que el dolor que sentimos se INTENSIFICA.

Por ejemplo, intentar combatir la ansiedad puede llevarnos a desarrollar ansiedad acerca de la ansiedad. Del mismo modo, cuando nos sumimos en la rumiación, nos convencemos a nosotros mismos de que estamos intentando resolver nuestros problemas, pero acabamos tan centrados en ellos que cada vez ejercen un mayor control sobre nuestra vida. En el intento desesperado, pero condenado al fracaso, de encontrar la paz mental eliminando y sustrayendo las experiencias negativas, transformamos nuestro mundo interior en un verdadero campo de batalla.

Si cuando tenemos dolor o una emoción que nos asusta hacemos cosas para evitarlos, lo más probable es que aumenten de magnitud.
Otro ejemplo. " Si tengo dolor, empiezo a ver signos de dolor inminente por todas partes". Sabemos que creernos ese miedo no nos librará, pero la aparición de dolor nos asusta tanto que nos parece que no centrarnos en él constituirá una agresión de la lógica más aplastante. Si nos fustigamos por nuestros supuestos miedos, lo más probable es que nos sintamos aún más incapaces y que, efectivamente, acabemos fracasando.
¿DISTRACCIÓN Y ACEPTACIÓN? o ¿TRATAR DE CONTRAL Y FUSTIGARSE?